√ Cada ser humano es un campo de energía en movimiento por la vibración que generan nuestros pensamientos, palabras y acciones. La armonía, el color, la luz y la expansión de ese campo dependerá de la naturaleza de nuestra frecuencia energética diaria.
Cuando observas que las personas que están cerca de ti constantemente se quejan, critican, juzgan, levantan la voz, generan conflictos, pelean, lastiman con las palabras, son depresivas, con miedo, ansiosas o viven estresadas, su campo de energía se encuentra, tal vez solo en ese momento, en una frecuencia lenta, oscura y con el riesgo de enfermarse por el alto nivel de adrenalina y cortisol que circula por su cuerpo. El aura bioenergética también influye en las personas con las que comparten. Podemos alejarnos de ellas o proteger nuestro campo de energía.
Si nos damos cuenta de que alguna de nuestras conductas están en esa frecuencia, podemos decidir transformar nuestra actitud y cambiar nuestra vibración. Estar cerca de una persona o tener intimidad con ella es estar contacto con la energía de su historia personal.
Comparte con personas alineadas con la energía del amor, la gratitud, la lealtad, la transparencia, la armonía interior, que sean prudentes, que sepan cuando escuchar y que cuando se expresen acaricien con las palabras desde la compasión y la sabiduría. Los niños observan y modelan; los adultos se transforman con el ejemplo. Sin embargo, vivas en armonía o si no puedes evitar compartir con personas no alineadas con tu frecuencia, protege tu campo siempre, la paz no es negociable.
√ Visualiza alrededor de tu cuerpo un campo de protección con energía luminosa, impregnado de salud, paz interior, sabiduría y amor. Declara tu conexión con La Fuente para pedir bendiciones y poder expandirla a todos en salud, amor, sabiduría, prosperidad y armonía. Fluye en lo inevitable y cree en el orden perfecto del plan de Dios sobre la Tierra y en tu vida.
Ale
@soyaleordonez
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