Respira profundo y ora, pide la asistencia de Dios y sus emisarios para restaurar la salud plena; la enfermedad es un maestro que nos enseña a valorarnos. Visualiza la energía saludable de tu cuerpo que circula de izquierda a derecha y luego declara:
YO SOY (expresa tu nombre completo) y visualizo la energía de mi cuerpo como un emisario sanador, si el plan de Dios lo permite; declaro a partir de este momento que la energía que circula por mi sistema inmunológico sana y restaura mi cuerpo, mis pulmones, así como todos los órganos afectados por el corona virus o cualquier enfermedad oculta generada o asociada con las secuelas del virus. Mi cuerpo se encuentra en proceso de regeneración total; mis órganos funcionan de manera perfecta; la energía de sanación la visualizo de color verde, circula por todos los canales de su cuerpo y la libero de todo riesgo en armonía plena con el plan de Dios.
Declaro: "Con facilidad asimilo todo lo que necesito aprender espíritualmente en mi presente estado para construir mi sanación, porque en paz libero lo pendiente en mi pasado. Con facilidad suelto las viejas estructuras y acepto lo nuevo con flexibilidad, humildad y sabiduría, desde la gratitud, el amor y recibiendo las bendiciones de mi presente.
Me perdono porque me amo, libero el origen emocional que pueda afectar mi salud, mis órganos sensibles, mi sistema inmunológico o cualquier síntoma que pueda afectarme.
Reconozco, agradezco, sano y libero todo lo que me haya lastimado. Pido eliminar de mi cuerpo todas las consecuencias que se deriven del virus.
Visualizo mi vida en paz, una relación con mi familia en unidad y armonía. Declaro en el nombre de Dios mi sanación plena en el plano físico, en el plano emocional y en la energía que circula por ambos. Mi gratitud desde mi Esencia Interior que está consciente que el plan de Dios siempre es mejor que el mío y al final El tiene la última palabra. Así sea
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