La familia es el escenario diseñado para evolucionar. Cada integrante ha sido elegido por nuestro espíritu para protegernos mutuamente o para aprender de ellos.
Honrar la familia desde la gratitud y el amor comienza por nuestros padres porque hemos nacido a través de ellos como canales de nuestros ancestros, no importa sus conductas debemos sanar las heridas del alma para no repetir la historia. De la misma forma ocurre con los hijos cuya lección también debe ser aprendida desde la aceptación y el respeto.
Cada integrante de la familia es un símbolo que representa una oportunidad diaria que debemos reconocer para transformar nuestro estado de consciencia.
Los vínculos de sangre nos permiten sanar y aprender, la familia que elegimos por amistad verdadera, se convierte en una bendición a través del tiempo, porque es la recompensa de lo que hemos sembrado en nuestra vida.
YO SOY (Escribe tu nombre) y reconozco las lecciones que debo aprender de mis padres, hermanos, hijos y parientes cercanos; puedo honrar a mis ancestros y libero aquella que deba ser sanado desde el agradecimiento y el amor consciente. Así sea.
@soyaleordonez
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